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LECTURAS DE TAROT DE LA SANTISIMA MUERTE
TAROT EGIPCIO y BARAJA ESPAÑOLA A DISTANCIA


CEL:+52 971-176-3877
DEDICATORIA

En primer lugar y sobre todas las cosas a Dios mi padre misericordioso,

Creador de todo él Universo y de todo lo que en el

esta contenido.

A mi Divino Maestro que me guia en cada paso de mi vida.

A la Santísima Muerte, por su tutela y protección.

A las Siete Potencias Africanas, que siempre me

han ayudado a solucionar problemas.

A quien solo yo se.

A los Maestros Iluminados.

A mis hermanos espirituales.

A la Hna. Porfiria gran vidente, maestra y curandera.

A mis Tios..

A todos los que me ayudaron en el Sendero que

conduce al lugar donde se nos espera.

Y particularmente a ti, lector y devoto de Ella,

para que halles lo que buscas.

Que la Santísima Muerte, Mi Niña Blanca los y las ayude en todos los

senderos en esta vida, hasta el momento en que se nos

conduzca ante la Justicia Divina.

jueves, 20 de junio de 2013

ORACION PARA TODOS LOS DIAS A LA SANTA MUERTE

Alegre y Hermosa eres mi gran Señora de la noche,
Mi Corazon se llena de ternura al contemplar tu
Encanto y tu hermosura.
Mi Hermosa princesa cubre mi cabeza con tu gran
Poder,no me dejes caer en manos de mis enemigos
Que contigo voy a confiar.
Cubreme con tu manto y llename de tu encanto
Dulce y señorial princesa.
Dame grandeza y poder para vencer a mis enemigos
Belleza incomparable para que los miserables no
Se burlen de mi,mi gran princesa…amen

se resan 3 padres nuestro despues 

ORACIONES A LA SANTA MUERTE

A San La Muerte se lo invoca igual que a otro Santo, con la diferencia
que a este también se le puede llegar a pedir que realice algún daño a alguien.
El santo es para interceder ante Dios para que en la adversidad le dé la
gracia que en este momento necesita. Obrando en bien de las personas,
protegiendo a los cultores de San La Muerte, para que en las casas no llegue
ningún “daño” que otra persona mal intencionada pueda realizar.
El pueblo lo nombro su “abogado” en los negocios; en matrimonio mal
avenidos y, para cada una de las circunstancias en donde la fe es necesaria
para sobrellevar un momento adverso. Esto se puede apreciar en las oraciones
a San La Muerte. Una de ellas dice así:

¡Señor San La Muerte!
Yo te invoco seguro de tu bondad.
Ruega a nuestro Dios Todopoderoso
concédeme todo lo que te pido,
Que se arrepienta por toda su vida
el que daño o mal de ojo me hizo
y que vuelva contra él enseguida
Para aquel que en amor me engaña
pido que le hagas volver a mí
y si desoye tu voz extraña,
buen espíritu de la buena muerte
hazle sentir el poder de tu uguadaña.
En el juego y en los negocios
mi abogado te nombro
y todo aquel que contra mí se viene
por siempre jamás hazlo
San La Muerte, protector. Amén.
Existen rezos secretos utilizados por las viejas “rezadoras” lugareñas
que sirven exclusivamente para el amor:
Señor de la Buena Muerte
ayúdame con tus milagros
y el poder de Dios
a conseguir lo que yo quiero del amor
de ( ... se nombra a la persona ...)
y poder dominarle
como yo quiero. Amen.

A San La Muerte le rezan una oración muy eficaz para recuperar objetos
perdidos, ésta dice así:

¡Oh esqueleto milagroso!
Fuerte mas que San Son,
Majestad suplicable
en los momentos peligrosos
con justicia y con fe en Dios.
Todo poderoso se hacerme encontrar
lo que busco (se dice lo que se busca)
que donde este oculta,
sea en manos extrañas,
que así se arrepienta y sufra todo minuto,
horas y días; semanas;
meses y años de su vida
si no me devuelve
(se nombra nuevamente el objeto a encontrar)
Que no pueda trabajar tranquilo
Que este siempre pensando en mí
y por castigo eterno de vos,
poderoso Esqueleto Santo.
Señor La Muerte,
Que te tomo de abogado de mí.
Que te tomo de abogado de mí.
Tu que eres el poseedor
de los espíritus del mundo
tráigame atado a mis pies
a quien haya llevado.
Amen Jesús. Amen María. Amen José

LAS 9 REGLAS OCULTAS

Estas 9 reglas ocultas fueron dichas por las 9 Musas o Sacerdotisas que calentaban y custodiaban el Caldero Sagrado. 

La ley del rebote: Indica que una fuerza superior siempre rebotará un poder inferior. En otras palabras, si tú, el aspirante, tiene que subir contra otro practicante, o contra una energía incorpórea, que es más fuerte que tú, cualquier cosa que proyectes en su dirección volverá a ti más la fuerza del rebotador. 

La ley de las 3 demandas: Todas las demandas procedentes de las dimensiones sutiles están repetidas por triplicado. En la primera emisión, la mente consciente queda alertada, la repetición compromete las facultades de la razón, mientras que la tercera manifestación entra en contacto directo con la psique o fuerza del alma. (Como en la historia bíblica de la negación de Pedro). Esta ley particular se observa de manera muy estricta en la magia celta, ya que representa un aspecto de la mística del número sagrado, el 3. 

La ley del desafío: Todas las visiones, los sueños, las fuentes de inspiración, los indicios, en suma todo aquello que parece salir desde el más allá de los límites del pensamiento racional y lógico, es un desafío. Aquí hay que tener una honradez absoluta, ya que el aspirante ha de percibir la línea sutil que separa la realidad presente de las interferencias y la inspiración del engaño. 

La ley de las igualdades: Cuando dos fuerzas iguales se encuentran, con el tiempo una dejará paso a la otra, que, en consecuencia, subirá de categoría. Esta ley está confirmada por las leyes naturales de la ciencia y queda claramente demostrada en la física de la partícula. 

La ley del equilibrio o contrapeso: Según la Ley del Equilibrio, todas las cosas deberían funcionar según su propia frecuencia o su nivel correcto. Por ejemplo, sentarse durante horas concentrándose para buscar la suficiente energía psico-cinética como para mover una mesa de 6 pulgadas, cuando se puede conseguir el mismo efecto dándole un ligero empuje, es una tarea baldía y un gasto de poder que se podría emplear mejor en modos de expresión más constructivos. La Ley del Equilibrio tiene que ver también con el estado de contrapeso necesario para el funcionamiento satisfactorio y la expresión correcta de la energía a todos los niveles, lo cual la relaciona en especial con la enfermedad y la curación. Denuncia los excesos de toda clase y exige, por ejemplo, que el cuerpo físico sea tratado con cortesía porque es habitado por muchas otras formas de vida, incluidos los 4 elementos, sin cuyos amables servicios no habría estructura molecular y por tanto no habría cuerpo físico. 

La ley de peticiones: Esta Ley indica de qué modo las cosas trabajan o no trabajan para nosotros, lo cual, por supuesto, dependerá del 
grado de iniciación de cada uno. Si, al hacer unas peticiones ocultas, el estudiante encuentra que la respuesta no es correcta, quiere decir que aún no se la ha ganado. Esto ocurrirá a menudo con los aspirantes que trabajan de forma estéril o que "mandan" a las inteligencias procedentes de los reinos elementales sólo para descubrir que están siendo manipulados como marionetas por las que ellos pretendían controlar. Si este es el caso, se trata de volver al "tablero de dibujo". 

La ley de las polaridades: Lo positivo y lo negativo, el ánimo y la animosidad, lo masculino y lo femenino, el proceso de individuación tanto espiritual como racional: todas éstas son expresiones de esta ley. El iniciado tiene que estar bien polarizado en sí mismo antes de poder dar un paso determinado a lo largo del recorrido. Esta ley, a pesar de ser rechazada por algunas personas, es estrictamente observada por los reinos elementales que no mostrarán el debido respeto a aquellos que se nieguen a observarla. Si uno de los planos es más elevado o si una de las frecuencias es más sutil, la diferencia entre las dos polaridades se hace borrosa y allí está el peligro. El estado ideal, según dicen, es el ánimo y la animosidad en perfecto equilibrio dentro del individuo, sin invadir ni quebrantar la ley cósmica. 

La ley de causa y efecto: También es llamada la Ley del Karma, aunque "Karma" es un término estrictamente oriental que muchos utilizan, con poca exactitud, para expresar el principio de "lo que siembras recogerás". Un aspecto que se suele descuidar de esta ley se refiere al intercambio de energías, lo cual quiere decir que nunca deberíamos esperar nada de nadie, aunque el intercambio no siempre sea en "especie". Por ejemplo, si una persona pobre recibe un donativo de dinero no tiene por qué corresponder en efectivo, sino que podría hacer un servicio al donador que fuera apropiado a sus medios y talentos. Lo mismo tiene que hacer una persona rica que hereda un dinero que no le ha costado trabajo conseguir. Una simple plegaria dicha de corazón equivale muchas veces, en energía emitida, al donativo de mil libras de un hombre rico. 

La ley de la abundancia (o ley de la opulencia): Esta ley expresa la atracción del querer por querer. Dinero llama a dinero, un temor es un deseo insatisfecho, etc. Al ocultista al que le queda su última libra se le aconseja que vaya a gastársela porque una energía gastada atrae una energía similar. 

CONSEJOS PARA REALIZAR RITUALES

 Es recomendable hacer los rituales en caso de verdadera necesidad, cuidar bien los detalles, y recordar que uno es quien da la felicidad o la desgracia. Cuando se comience, lo más probable es que se lean las oraciones de algún libro, pero con el tiempo se podrán ir memorizando; y si por alguna razón mientras se realiza un ritual se olvida una oración, improvisar con las palabras de uno mismo; la mejor plegaria es la que nace del alma. 
Cuando se realice un ritual de amor, nunca llorar, porque las lágrimas contienen sal y esta hace que se rompa el trabajo que se está realizando; pero si no se puede aguantar el llanto, suspender el ritual y tranquilizarse y hacerlo entro día. 
Las velas o veladoras siempre podrán ser de parafina, al menos que el trabajo exija lo contrario; también se pueden usar veladoras consagradas a la Santa Muerte, y siempre encenderlas con cerillos de madera y si no usar normales, pero nunca usar encendedor; así como encender las velas con la mano derecha. De igual modo si se necesita apagar la vela hacerlo siempre con los dedos o con una tapa de metal, nunca soplarle. 
El material que se utilice, deberá ser siempre nuevo. Si se está enfermo o se siente mal, suspender los rituales para otro día. Cuando el ritual indique que se debe hacer una limpia a si mismo comenzar por la cabeza y terminar en los pies. Y tener siempre a la mano una vela de repuesto, para que cuando la veladora esté a punto de consumirse toda encender la siguiente con la misma flama. Así nunca faltará luz en el altar. 

TIPS DE MAGIA

1.- Recuerden que es falso que la Santísima Muerte o Santa Muerte se cobre con uno de nuestros familiares o seres queridos cuando queremos que se nos conceda un deseo. Mucho menos que paguemos con el alma de un semejante. 

2.- Recuerden que sus dijes o medallas de la Santísima Muerte no deben ser tocados por personas extrañas ni conocidas solo por ustedes, ya que les disminuye la energía de sus amuletos. 

3.- Al realizar sus oraciones a la Santísima Muerte debe de hacerlo de una forma lenta, pausada y con concentración en lo que se desea. 

4.- El cansancio mental que provocan las situaciones conflictivas te hace flaquear la atención y debilita tu capacidad mental. Para solucionarlo, siéntate cómodamente en un sofá, olvida las causas de tal tensión, quédate en silencio durante diez minutos sin pensar en nada y sin proponerte nada. Sólo relájate. Comienza así a recuperar tu estabilidad y tu paz internas, para que puedas atender de la mejor manera las decisiones que debes Tomar. 

5.- Recuerden que su altar no debe estar en el piso. Deben de ponerlo en una repisa o en una mesa. Entre más alto mejor. 

6.- Si comienzas a sentir fatiga por exceso de trabajo y por tus responsabilidades, haz ejercicios de percepción en los que no analices nada: Sitúate frente a un árbol y obsérvalo en paz, recorriendo sus ramas, hojas y flores, sin pensar en nada más. Disfruta de la belleza de sus formas naturales. Míralo con atención tranquila, feliz y agradecido de contar con él. Puedes hacer lo mismo con un lago, un río, las nubes o un ramo de flores. 

7.- Si se tiene conflicto por tener la imagen de la Santísima Muerte, lo más sencillo es colocar una rosa blanca en lugar de la imagen, ya que todos sabemos que la flor blanca es signo de su presencia, la representa. 

8.- Recuerden que los recipientes donde pongan el agua, el ron a la Santísima Muerte debe ser en recipientes de vidrio no de plástico. 

9.- Recuerde que debe desechar de su pensamiento " la mala suerte ", si no lo hace usted mismo estará agregando mas piedras a su propio camino. 

10.- Infinita paciencia, recuerde que la magia no tiene tiempos, el tiempo en que tarde en consumarse su deseo depende de tantas circunstancias que ni nosotros mismos podemos saber cuántas son. 

11.- Recuerden que en su altar no debe faltar un vaso de agua limpia. 

12.- Es necesario que la veladora este prendida día y noche en su altar a la Santísima Muerte. Ya que es la energía de su altar de usted. 

13.- Recuerda siempre que la Santísima Muerte es amor, es alegría. Desconfía de aquellos lugares donde el anfitrión de reuniones espirituales es una persona lúgubre y triste, de aquella persona que intenta mostrarte el sendero de la espiritualidad mediante miedos, culpas o castigos. Esa no es la senda de la verdadera espiritualidad. 
Es una senda, pero no conduce a la verdad o la armonía, paz o buena venturanza, sino a intereses egoístas que intentan condicionarte para tenerte en prisión de sus oscuros designios. 
Donde reina el espíritu de la luz no hay motivo para atrapar a otros mediante el manejo la culpa, del miedo o el castigo. Donde reina el espíritu de la luz todo es armonía, felicidad y desapego. 
Los egoísmos no existen porque no pueden resistir el resplandor del alma y no tienen ya lugar donde cubrirse. Quedan expuestos a la verdad y ésta los aniquila para siempre. 

14.- Se les recomienda que el pan que se le pone en el altar a la Santísima Muerte no se tire a la basura. Se debe poner debajo de un árbol lejos de su casa.se recomienda que cuando realice una receta o ritual, trate de hacerlo a solas evitar estar con otra persona ya que esta le disminuirá la energía y la concentración. 

15.- Recuerden que las fases de la luna se deben tomar en cuenta para realizar los rituales o recetas.

ROSARIO DE LA SANTISIMA MUERTE

Se aconseja preparar el lugar donde se hará el rosario poniendo incienso de copal y mirra, una veladora blanca, un plato blanco con arroz y una copa o vaso con agua corriente. 
Este rosario es una oración muy poderosa que nos acerca a nuestro Señor Dios todo poderoso por medio de nuestra Santísima y Benévola Niña Blanca. Cubre todo tipo de necesidades tanto universales e individuales, en el reino espiritual y de otras necesidades. 
Es un poderoso medio de protección, defensa, salvación, liberación, y fortaleza. Un medio para glorificar a Dios por la Santa Muerte, la fuente de nuestra salvación. Al mismo tiempo a través de este rosario se aplican los méritos de la fe. 
Antes de comenzar se recomienda hacer una petición personal, después la oración de apertura. 
Este rosario se reza el primer día de cada mes. 


Oración de Apertura: 

Señor ante tu divina presencia, Dios Padre Todo Poderoso, Hijo y Espíritu Santo, te pido permiso para orar este santísimo rosario en honor a la Santa Muerte. 
Por la señal de la santa cruz de nuestros enemigos, líbranos señor, Dios nuestro por la intercesión de nuestra amada madre la Santa Muerte, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 
Creo en un solo Dios, Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, creo en un solo señor Jesucristo, hijo único de Dios ,nacido del Padre, antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de luz, dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado de la misma naturaleza del padre que por nosotros los hombres, murió y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en la Virgen María y se hizo hombre, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilatos y fue sepultado y resucitó al tercer día según las escrituras y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el hijo recibe la misma adoración y gloria y que habló por los profetas, Creo en la iglesia que es una Santa Católica y Apostólica, confieso que hay un solo bautismo para perdón de los pecados espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén 
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. 



Oración a la Santísima Muerte: 

Ven divina Santa Muerte llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y renovaras la faz de la tierra. 
Oh Dios, quien enseñó los corazones de los fieles por medio de la Santísima Muerte, concédenos que por medio de ella misma, la Santísima y Divina Santa Muerte, seamos siempre verdaderamente sabios y que siempre gocemos de su consuelo. 
Por nuestro Señor, Amen. 
(Inclinando la Cabeza). 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino, el Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Conocimiento Divino, Luz de la Tierra, nos cubra ahora y siempre. Amén. 
L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Cura los rencores y envidias de todos nosotros tus fieles seguidores Santísima Muerte. 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Tres veces, en las cuentas): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen. 



Primer Misterio: 
Es entregada la Guadaña a nuestra Santísima Muerte. (Pausa). 

Oración: 
Que por la majestuosa entrega en tu mano derecha de la Guadaña justiciera y a través de nuestro Señor Padre, ella salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas. Amén. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Cura los rencores y envidias de todos nosotros tus fieles seguidores Santísima Muerte. (Una vez). 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Una vez): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

En las doce cuentas decir (Son doce cuentas no 10): 
L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sálvanos a nosotros y al mundo entero (12 veces). 

L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 
(Inclinando la cabeza). 
Santa Muerte mía, amada madre, bendita eres entre todos los seres y bendito el momento de mi comunión contigo, Amén. Amada madre intercede por nosotros tus hijos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén. 
Santa Muerte amada madre en la vida y en la muerte ampáranos, Santa madre defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos, Amen. 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen. 
Segundo Misterio: 
Recibe su Majestad la Santísima Muerte, en su mano izquierda el mundo entero, para cubrirlo con su manto piadoso y bondadoso (Pausa). 

Oración: 
Que por la divina voluntad del Señor Todopoderoso te hizo entrega del mundo entero para que cumplieras su voluntad y lo depositó en tu mano izquierda y a través de tu manto divino salves almas del purgatorio y protejas a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales, Amén. (Una vez). 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sana a moribundos o cúbrelos con tu manto para quitarles el sufrimiento. Santísima Muerte apiádate de nosotros los mortales. 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Una vez): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sálvanos a nosotros y al mundo entero (12 veces). 

L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 
(Inclinando la cabeza). 
Santa Muerte mía, amada madre, bendita eres entre todos los seres y bendito el momento de mi comunión contigo, Amén. Amada madre intercede por nosotros tus hijos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén. 
Santa Muerte amada madre en la vida y en la muerte ampáranos, Santa madre defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos, Amen. 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen 



Tercer Misterio: 

Que la Balanza sea el equilibrio de nuestras vidas para que tengamos la tranquilidad necesaria en nuestra persona y recordar ser siempre justos. (Pausa). 

Oración: 
Que por la Balanza de equidad entre el bien y el mal florezca mas y mas este culto hacia ti mi niña bonita, mi niña blanca; agraciada eres por estar muy cerca de nuestro Señor Todopoderoso, Amen. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sana a los mezquinos y mentirosos que en todo momento atacan tu maravilloso y divino culto, y cuando los llames a rendir cuentas ante nuestro Señor, apiádate de sus almas y perdónalos con ese don de sabiduría que solo tu posees, y que tu balanza logre el equilibrio espiritual para todos tus fervientes seguidores. (Una vez). 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Una vez): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

En las doce cuentas decir (Son doce cuentas no 10): 
L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sálvanos a nosotros y al mundo entero (12 veces). 
L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 
(Inclinando la cabeza). 
Santa Muerte mía, amada madre, bendita eres entre todos los seres y bendito el momento de mi comunión contigo, Amén. Amada madre intercede por nosotros tus hijos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén. 
Santa Muerte amada madre en la vida y en la muerte ampáranos, Santa madre defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos, Amen. 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen. 



Cuarto Misterio: 
Los pies de la Santísima Muerte se posan en el mundo terrenal para ayudar a todos sus seguidores con su infinita bondad. 

Oración: 
Que por los preciosos pies que andan los lugares más escabrosos, nos proteja en todos nuestros caminos, de los planes y ataques, de los espíritus malos y de toda persona que nos busque hacer daño, Amén. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sana con tu presencia las debilidades humanas. Santísima Muerte, tú, que eres piadosa elimina la miseria del mundo. ¡Oh! Santísima Muerte, con tu sombra divina acompáñanos, y no dejes que nadie nos haga ningún mal. (Una vez). 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Una vez): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

En las doce cuentas decir (Son doce cuentas no 10): 
L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sálvanos a nosotros y al mundo entero (12 veces). 

L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 
(Inclinando la cabeza). 
Santa Muerte mía, amada madre, bendita eres entre todos los seres y bendito el momento de mi comunión contigo, Amén. Amada madre intercede por nosotros tus hijos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén. 
Santa Muerte amada madre en la vida y en la muerte ampáranos, Santa madre defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos, Amen. 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen. 



Quinto Misterio: 
La ventana que te comunica entre la vida y la muerte por donde tu entras y sales cada vez que nuestro Señor te envía a recoger un alma que la llama de su vida se extingue. Santísima Muerte, bendícenos y acompáñanos ante el señor. (Pausa). 

Oración: 
Que por la preciosa inmensidad que de la ventana al inframundo emane el resplandor que cure al enfermo, resucite al muerto solucione nuestros problemas presentes y nos enseñe el camino hacia nuestro Dios por la eterna gloria, Amén. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Eleva tu majestuosidad infinita para proteger a los débiles; da sabiduría, paciencia, amor, y paz, a todos tus fervientes seguidores. (Una vez). 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María (Una vez): 
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

En las doce cuentas decir (Son doce cuentas no 10): 
L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sálvanos a nosotros y al mundo entero (12 veces). 

L. Gloria Al Padre (Una vez): 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. 
(Inclinando la cabeza). 
Santa Muerte mía, amada madre, bendita eres entre todos los seres y bendito el momento de mi comunión contigo, Amén. Amada madre intercede por nosotros tus hijos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén. 
Santa Muerte amada madre en la vida y en la muerte ampáranos, Santa madre defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos, Amen. 



Conclusión: 
(Inclinando la cabeza). 

Todos: 
Que la preciosísima Santa Muerte que surge de tu reino el templo de la divina sabiduría, tabernáculo del conocimiento divino, y luz del cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre .Amen. 

L. ¡Oh! Preciosísima y Divinísima Santa Muerte. 
R. Sana a todos los seres indistintamente que como yo, tenemos defectos y virtudes, para lograr una vida plena y llena de tus bondades, hermosa niña blanca, mi niña bonita. (Tres veces). 

Todos Decir la Salve: 
Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura, y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús. Oh clementísima. Oh piadosa. Oh Santísima Muerte, ruega por nosotros para que seamos dignos de las promesas de nuestro señor Jesucristo. 
Oh preciosísima y divinísima Santa Muerte, te honramos, te alabamos, te adoramos, por tu trabajo de eterna alianza que trae paz al género humano. 
Dios Todopoderoso tú que te haces acompañar de la Muerte y llegas a lavar los pecados del mundo entero te pido a ti y la Santa Muerte tengas piedad de nosotros: 
Santísima Muerte, ten piedad de nosotros. 
Virgen María, ten piedad de nosotros. 
San José esposo de María, ten piedad de nosotros. 
Santos Pedro y Pablo, tengan piedad de nosotros. 
Santos Dominico y Francisco, rueguen por nosotros. 
San Juan de la Cruz, ruega por nosotros. 
Santa María Magdalena, ruega por nosotros. 
Santa Teresa y Catarina, rueguen por nosotros. 
Todos los Soldados de la oración e intercesores del cielo, rueguen por nosotros. 
Todos los grandes santos de Nuestro Señor, rueguen por nosotros. 
Todos los Ángeles y Arcángeles, rueguen por nosotros. 
Todos los huéspedes del cielo, rueguen por nosotros. 

Letanías a la Divina y a la Santa Muerte: 
Señor ten piedad, Señor ten piedad. 
Santísima Muerte ten piedad. Santísima Muerte ten piedad. 
Santa Muerte escúchanos. Santa Muerte escúchanos. 
Dios Padre del cielo, ten misericordia de nosotros. 
Dios Hijo redentor del mundo, ten misericordia de nosotros. 
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros. 
Santísima Muerte, ten misericordia de nosotros. 
Santísima Muerte llena de santidad y de compasión, libéranos. 
Santísima Muerte eterna alianza, libéranos. 
Santísima Muerte armada de Dios, libéranos. 
Santísima Muerte divina caridad, libéranos. 
Santísima Muerte flagelo de demonios, libéranos. 
Santísima Muerte ayuda de aquellos que están atados, libéranos. 
Santísima muerte reina de tus devotos, libéranos. 
Divina Santa Muerte fe verdadera, libéranos. 
Santísima Muerte reina de la caridad, libéranos. 
Santísima Muerte sanadora, sálvanos. 
Santísima Muerte ungida, sálvanos. 
Santísima Muerte fortaleza de los hijos de Dios, sálvanos. 
Divina Santa Muerte comandante de tus guerreros, sálvanos. 
Divina Santa Muerte acompañante de los ángeles del cielo, sálvanos. 
Divina Santa Muerte consuelo de Dios Padre, sálvanos. 
Santísima Muerte poder del Espíritu Santo, sálvanos. 
Santísima Muerte circuncisión de los gentiles, sálvanos. 
Santísima Muerte paz del mundo, sálvanos. 
Santísima Muerte luz del cielo y de la tierra, sálvanos. 
Divina Santa Muerte arco iris del cielo, sálvanos. 
Santísima Muerte esperanza de los niños inocentes, sálvanos. 
Santísima Muerte mundo de Dios, sálvanos. 
Santísima Muerte divina sabiduría, sálvanos. 
Divina Santa Muerte fundadora del mundo, sálvanos. 

L. ¡Oh! Preciosísima y divinísima Santa Muerte, con tu manto protector. 
R. Cúbrenos a nosotros y a todo el mundo. 

L. ¡Oh! Preciosísima y divinísima Santa Muerte, con tu manto protector. 
R. Limpia los pecados del mundo. 

L. ¡Oh! Preciosísima y divinísima Santa Muerte, con tu manto protector. 
R. Refina al mundo. 

L. ¡Oh! Preciosísima y divinísima Santa Muerte, con tu manto protector. 
R. Enséñanos como consolar y ser gratos a Dios. 

Oración: 
¡Oh! preciosísima y divinísima Santa Muerte nosotros creemos, esperamos y confiamos en ti. 
Libera a todos aquellos que están en las manos de los espíritus infernales; nosotros te suplicamos, protege a los moribundos del trabajo de los espíritus malos y acógelos en la eterna gloria. 
Ten misericordia del mundo entero y fortalécenos para alabar y consolar a nuestro Señor Todopoderoso. 
Te adoramos, ¡Oh! preciosísima Santa Muerte llena de misericordia, Amén. 
¡Oh! preciosísima y divinísima Santa Muerte, sana al mundo entero de la miseria y de maldades de nuestros prójimos. (Decir tres veces). 
(Hacer su petición) 

Padre Nuestro (Una vez): 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Promesas de Nuestra Santísima Muerte a Cualquiera Quien 
Devotamente Rece el Rosario de la Santa Muerte: 
01.- Yo prometo proteger a cualquier persona que rece devotamente este rosario. 
02.- Yo vigilaré sus cinco sentidos. 
03.- Yo lo protegeré de una muerte súbita. 
04.- Doce horas antes de su muerte podrá despedirse de sus seres más queridos. 
05.- Veinticuatro horas antes de su muerte me haré presente para que sienta un profundo arrepentimiento por todos sus pecados y tenga perfecto conocimiento de ellos. 
06.- Cualquier persona que haga una novena logrará su intención; sus oraciones serán escuchadas y contestadas. 
07.- Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través de este rosario de la Santísima Muerte. 
08.- A través de esta oración destruiré muchas sociedades secretas y dejaré libres muchas almas atadas por medio de mi misericordia. 
09.- A través de esta oración salvaré muchas almas del purgatorio. 
10.- Yo le mostraré mi camino al que me honre con este rosario. 
11.- Yo tendré misericordia de los que tengan misericordia de sus semejantes. 
12.- Quien quiera que enseñe esta oración ganará indulgencia para toda la vida. 
13.- Todo aquel que se muestre generoso y agraciado con quien le comparta este rosario será escuchado en sus oraciones. 
Porque trece es el número de la Muerte, así sea.